En la sala Principal del Museo de FIT, esperaba a Colleen Hill, la curadora de esta perspicaz obra de arte. Me acompañaba un aroma a bosque pantanoso que dañaba el desayuno que recién tomé en la mañana. Tres meses después, Collen escribe su libro de 275 páginas donde refleja los cuentos de hadas de Charles Perrault, los hermanos Grimm y Hans Christian Andersen a través del lente de la alta costura.
La curadora expone las diferentes salas, empezando desde el terrorífico bosque, avanzando por el castillo central, a la derecha los mundos paralelos de Alicia en al país de las maravillas y el mago de Oz, a su izquierda en la sección de mar claramente La Sirenita con un toque revoltoso de El Lago de los Cisnes. Un trabajo expresado en su más mínima expresión.
Eran Caperucita Roja, Rapunzel y Blanca nieves. Pude ver la capa roja de Caperucita unas 5 veces, pero todas con algo diferente: Un manto de lana de moda del final del siglo XVIII, que concluyó con un conjunto Comme des Garçons de otoño 2014, con una capucha enorme y puntiaguda de charol escarlata de StaceyBendet. Blanca Nieves yacía en su ataúd de cristal con un vestido de organza negro incrustado de pedrería. Rapunzel incluía un impresionante vestido de la colección otoño 2007 de Alexander McQueen, hecho de terciopelo esmeralda profundo, adornado con cuentas de color cobre, que creaban un motivo de pelo en cascada.
En mundos paralelos, se destacó la dicotomía de Alicia en el país de las maravillas y El mago de Oz. Alicia con su vestido juguetón azul brillante, de ManishArora, adornado con naipes de tela que hacen referencia a la Reina de corazones y su ejército. Por otro lado, Dorothy Gale con su vestido de algodón azul y blanco. "Me senté fascinada por una hermosa procesión de princesas, guardias de castillos y extrañas criaturas del bosque", escribió Colleen Hill en su libro recientemente publicado, "Fairy Tale Fashion”.Estaba perdiendo toda objetividad como curadora y se imaginó a si misma con una capucha de piel roja pues ella sabía que era hora de proponer una exposición sobre cuentos de hadas.
Colleen, sonríe expeditamente antes de volver a sus imágenes liadas y estremecedoras, me invita a dar un recorrido por la exhibición. El centro de la galería estaba dominado por un gran castillo, en el que se exhibían los cuentos de La Cenicienta, Furrypelts, La Reina de las Nieve y La Bella Durmiente. Cenicienta mostró por primera vez sus trapos y, también,la zapatilla de cristal que dejó en medio de un apuro. Furrypelts exige un manto de muchas pieles, además de magníficos vestidos que se parecen al sol, la luna y las estrellas. La reina de las nieves es una villana que viste un abrigo y una gorra de piel blanca prístina. Aún con ese aroma en particular, Collen me comenta que fue la gestora más joven en hacer una exhibición y de crear una experiencia que fuera cautivadora, que no solamente se tratara de la ropa sino que se incluyera a todos en un mundo de imaginación y fantasía.
Al terminar el recorrido, agradezco a Hill, quien me conduce hasta las enormes puertas de cristal, mientras me despido de un buen estrechón de manos. Lo mejor de todo, el par de tacones de aguja de Christian Louboutin de color rojo brillante con incrustaciones de cristal que simulaban la magia de transportarme a ese lugar: Fairy Tale Fashion.
En la sala Principal del Museo de FIT, esperaba a Colleen Hill, la curadora de esta perspicaz obra de arte. Me acompañaba un aroma a bosque pantanoso que dañaba el desayuno que recién tomé en la mañana
