El dÃa de su muerte, Cobain deja enterrado el esfero rojo con el que escribió su carta suicida. TenÃa unos Converse negros marcados con ¨Fumghwz¨ y usaba, en su brazo izquierdo, el brazalete del centro de rehabilitación del cual escapó.
El dÃa de su muerte, Cobain deja enterrado el esfero rojo con el que escribió su carta suicida. TenÃa unos Converse negros marcados con ¨Fumghwz¨ y usaba en su brazo izquierdo, el brazalete del centro de rehabilitación del cual escapó. El 5 de abril de 1994 Kurt Cobain muere a la edad de 27 años, en su apartamento, por una bala de escopeta, en su cabeza. Pero ¿qué se puede esperar de una persona voluble y lunática?
Kurt creció en una de las ciudades con mayor tasa de suicidios, alcoholismo y drogadicción de Estados Unidos, Aberdeen. Solo sufrÃa de Narcolepsia y Escoliosis cuando subÃa a tocar su guitarra a esos enormes escenarios en Seattle. Al menos ahà tenÃa un lugar donde pudiera dejar fluir su reprimida frustración.Era un aficionado por la anatomÃa; no habÃa nada más que le llamara la atención que el cuerpo humano, pues asà podrÃa curar su hipocondriásis.
Todo empieza con la guitarra de segunda mano de su tÃo Chuck, y un pequeño amplificador de 10 vatios de potencia.Era la única manera que Kurt podÃa aliviar esa profunda decepción de la realidad en la que vegetaba desde los 7 años. Era un pisciano efÃmero, se caracterizaba por ser extremadamente alterable y maquinal. Se sumÃa en universos de fantasÃa con la ayuda de una jeringa en su brazo; era más fácil pararse encima de las lÃneas que no cruzarlas.
Kurt era la representación del Grunge; una palabra sarcástica que sale de la boca de Jonathan Poneman y se expresa como una mutación del punk y el rock, aunque para él era más divertido llamarlo ¨new wave¨. No sentÃa algo más aburrido, además de comprar la felicidad, que el grunge. Se preocupaba por la juventud, el sexismo, y los homosexuales.HabÃa podido experimentar el amor y el desprecio de la gente por su poca hipersensibilidad.
Era el reflejo de un hombre insensato. Su mirada perdida hacia el cielo y su ego lo caracterizaron. PodÃa romper guitarras después de cada show, pasearse por la mitad de calles en las noches, fumarse un cigarrillo de desayuno y perderse en las alucinaciones que le generaba la heroÃna. Era el simple reflejo de una persona que se ahogaba en sus sentimientos.